Hace una semana tuve la oportunidad de degustar dos nuevas etiquetas de Alfa Crux que ya se encuentran en el mercado y abren el juego por dos caminos distintos: un nuevo varietal (Tempranillo) y una nueva linea (Crux Xtra)
De la mano de Germán Paez (enólogo), Irene Ouet (Marketing), Horacio Marchena (Comercial), y Diego Caselli (Distribuidora I Vini) fuimos recapitulando los acontecimientos de los últimos años de la bodega, hasta llegar a su actualidad.

Como muchos ya saben (y sinó se enteran ahora) la “nave espacial” (apodo ganado por su arquitectura) del Valle de Uco, conocida anteriormente como Bodega O.Fournier le dió paso a la Bodega Alfa Crux, luego de que Don Jose Manuel Ortega Fournier le vendiera hace algo mas de tres años las instalaciones, los viñedos y hasta los vinos en estiba a los hermanos Agostino (dueños de la bodega homónima).
Fue allí mismo en El Cepillo, donde Germán encontró un gran desafío para volver a cultivar esas vides que vieron nacer las uvas de vinos “de culto”, pero que habían sufrido el destrato de la última etapa de la gestión anterior.
La reconstrucción enológica y arquitectónica llevó mucho trabajo y tiempo, buscando equilibrar nuevamente las vides e intentando no perder el gran valor y la calidad de lo que allí se encontraba.

El edificio es una joya de la arquitectura de Mendoza, dividido en varios cuerpos que independizan cada proceso, permitiendo trabajar por gravedad y sin bombas. Compuesto por dos subsuelos, planta alta, la cava ubicada 22 metros bajo tierra, un restaurante y su característico techo que le da la forma de “nave espacial”.
Alfa Crux suma unas 157 hectáreas, de las cuales unas 50 se ubican allí mismo en la bodega, y el resto en una segunda finca localizada en Barrancas. Actualmente cuentan con vides propias de Malbec, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Petit Verdot, Syrah, Merlot, Sauvignon Blanc, Semillón y Gewurztraminer.
Germán nos indica que utiliza diversos métodos de conducción, llevando adelante varios ensayos con parrales y trabajando ademas con espalderos (altos y bajos) y con los únicos viñedos de Tempranillo “en vaso” o “de cabeza” del país. Esas plantas bien bajitas y casi pegadas al suelo que son realmente difíciles de ver en los terroirs de Argentina.

En la actualidad el portfolio de Alfa Crux se compone de la siguiente manera:
Crux: Linea de varietales con Malbec, Tempranillo, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Sauvignon Blanc (sumados a un Extra Brut)
Crux Xtra: Malbec, Tempranillo, Cabernet Franc, Chardonnay, Semillón, Gewurztraminer.
Las lineas Beta y Alfa se encuadran en los ahora llamados “Lotes Historicos” con las siguientes etiquetas:
- Alfa Crux Corte Uco.
- Alfa Crux Malbec.
- Beta Crux Corte Uco II.
- Beta Crux Malbec.
La anterior linea Urban, pasará a elaborarse con uvas de Agostino, y en sus instalaciones de Barrancas.
El proyecto que comanda Germán Paez desea darle una nueva impronta al estilo de los vinos, manteniendo la base de los blends elaborados anteriormente con Malbec y Tempranillo, y buscando el aporte especial que pueden brindar otras cepas tintas como el Cabernet Sauvignon, el Merlot, el Syrah y el Petit Verdot.
Su idea es darle preponderancia a la fruta por sobre la madera, sin perder el potencial de guarda que han sabido tener estos vinos.
Habrá nuevos Alfa y Beta cosecha 2020 ya elaborados bajo la nueva gestión, la cual también se ocupó de volver a habilitar en 2018 el espacio destinado a la elaboración de espumosos.
Para los amantes de los viejos Alfa y Beta, saldrán al mercado en breve Alfa Crux 2012 y B Crux 2014.
Ahora vamos a los vinos que degustamos:
Crux Tempranillo:
Un tinto con taninos presentes, se siente la fruta negra y algo de madera. Herbáceo, contundente y con una buena acidez que le otorga la nota de frescura necesaria para un paso gentil por boca.
Gran relación precio/calidad, algo que no se encuentra tan fácil en los varietales elaborados en Argentina con la cepa (salvo que desembolses cuatro cifras).
Precio sugerido Abril 2021: $800 Pesos.

Crux Xtra Gewurztraminer:
Apenas 25 hileras encontró Germán a su llegada, hizo pruebas con microvinificaciones en 2019 y salieron unos 500 litros que terminaron (en parte) en un vino tardío que no se comercializó.
Ya en 2020 aumentaron la producción a unos 2200 litros, cosechando a comienzos de abril. Se trabaja con racimo entero en prensa, fermentando a temperaturas muy bajas en tanques de acero y con crianza sobre lías para aportar estructura. Durante la fermentación se trata el color para lograr como resultado un tono pálido y suave. El vino no posee paso por madera.
Un vino con una acidez medio alta, pero bien acomodada, con notas de fruta blanca y buen volumen en boca. Sabor bien presente y fácil de beber.
Precio sugerido Abril 2021: $1.900 Pesos.

Mas información en la web de Alfa Crux.
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Salú!
Diego Pernas – @ARGysusVinos.
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